De este lugar
cuentan leyendas e historias
y juran que así ocurrieron.
Siglos atrás,
las tropas del rey en sangrienta batalla
a un joven de muerte hirieron.
Y el rey con crueldad
así le encerró,
su herida mortal
no obtuvo perdón,
y en el suelo esperó
la muerte sin ver la luz del sol.
Sin fuerzas ni voz
vio a una bella mujer
que con pena llegó hasta su celda.
La muerte burló,
su corazón ahora ciego de amor
comenzó a latir con más fuerza.
Ella hija del rey,
él un simple ladrón.
El destino, tan cruel,
les robó el corazón,
en aquella prisión y lejos de ver la luz del sol.
-Déjame morir en tus brazos y así
un instante tal vez podré ser feliz.
Esta vez la vida se ríe de mí
y ahora toca a su fin aunque quiera vivir.-
-Quiero ver
tu rostro otra vez.
Ahora se
que siempre estaré junto a ti
aunque vaya a morir.-
Dicen que ella escapó
con su joven ladrón,
pero el rey les halló,
y con furia y dolor, ante un beso de amor,
a los dos con su espada atravesó.
-Déjame morir en tus brazos y así
un instante tal vez podré ser feliz.
Esta vez la vida se ríe de mí
y ahora toca a su fin aunque quiera vivir.
-Quiero ver
tu rostro otra vez.
Ahora se
que siempre estaré junto a ti
aunque vaya a morir.-
Cuentan que
en las noches de invierno se ve
nacer una flor donde no llega el sol.
Por amor
sus almas unidas están
y se pueden amar para la eternidad.
Puede ver
su rostro otra vez,
y saber
que siempre estará junto a él,
junto a él...